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SEAN LÁMPARAS PARA USTEDES MISMOS
Rubén Cedeño

       Dijo el Señor Gautama en Vaisali, India, llegando al final de sus días, cuando ya iba a cumplir 80 años: “SEAN LÁMPARAS PARA USTEDES MISMOS”. Esta es la frase angular, que era desconocida por todos los metafísicos, pero que gracias a que la incluí en el Servicio “Los Votos del Iluminado” se ha hecho muy popular. Incluso más de una vez he llevado a los grupos de Metafísica al lugar donde el Señor Gautama las pronunció. Quien dijo estas palabras no quiso jamás insinuar que en su cumplimiento abandonaran los Grupos Espirituales, Organizaciones, ni desacataran los sabios preceptos e iluminaciones dadas por quienes dan la Enseñanza Espiritual. Los sabios, quienes han puesto y ponen en práctica la realidad de estas palabras, como lo hicieron primero y principal los primeros discípulos del Señor Gautama, jamás osaron separarse de su facilitador, ni de sus grupos, tampoco desafiar el sangha, todo lo contrario, se unieron más a él y casi veneraron a sus facilitadores, como los discípulos directos del Señor Gautama, Jesús, Krishna y los discípulos de otros maestros más humanos, como Yogananda, Conny Mendez, Emmet Fox o Ramakrishna. Vean a los venerables y sabios ancianos de todos los lamasterios y templos de todo el oriente, que son los que más saben de estas palabras, han llegado a ser Lámparas para sí mismos unidos a sus grupos, devotos y amantes servidores de las Enseñanzas de los Maestros y de sus líneas discipulares. Recuerden que quien dijo “Sean Lámparas para ustedes mismos” también dijo los “Tres Refugios”, y uno de ellos es: “Me refugio en el Grupo”. No puede ser Lámpara para sí mismo alguien desarticulado de su grupo. Actualmente los que más acatan estas palabras del Señor Gautama son los miembros de la Jerarquía Espiritual de Shamballa, que no están en contra de ninguna organización espiritual, todo lo contrario, las apoyan y trabajan porque permanezcan unidas, y de esto se ocupa el Cristo de la Tierra, el Señor Koot Hoomi, director de todas las religiones del mundo. Los mismos Maestros Ascendidos pertenecen a una organización llamada la “La Gran Hermandad Blanca”. Recuerden que el “Orden” es el Cosmos y el Cosmos es Dios, lo contrario es el Caos, la energía contraria y ella quiere destruir el orden.

Todos los Maestros Ascendidos, que saben de esta máxima del Señor Gautama, se rinden a los pies de quien la dijo, diciéndole y tratándole de “Maha Guru”, que quiere decir “Gran Guru”, y ni osan desacatarlo. Hacerle eso a un preceptor, maestro o gurú no existe en ninguna verdadera escuela de sabiduría, escuela de pensamiento o filosofía. Lo que pasa es que el que no ha estado en ninguna se imagina las cosas distintas a como son y quiere imponerle a los demás, que son ignorantes, sus mediocres razonamientos al respecto, y los incautos les creen.

“Ser Lámparas para ustedes mismos” es tener la Luz del Ser como unidad en cada momento, y el Ser es sabiduría, y la sabiduría toda la vida se ha rendido ante los sabios y maestros de la humanidad. “Ser Lámparas para ustedes mismos” es actuar como un “Cristo” y “Presencia Yo Soy” Activa, que ante todo es amor, unidad con toda vida, respeto, adoración por las demás chipas divinas. “Ser Lámparas para ustedes mismos” es poseer conciencia Búddhica, donde se es uno con toda la humanidad y cada uno de los grupos espirituales de la tierra, habiendo abolido la gran herejía de la separación. Por supuesto, esto no significa que uno vaya en contra del facilitador, lo ataque o lo desconozca, uno tiene su facilitador, lo quiere, y lo ama, porque si bien él no es el Sol, es el dedo que lo apunta y dice donde está. Pero a ese dedo apuntador hay que estarle agradecido y jamás referirse a él en términos menores que la alabanza y gratitud. Cuidado con esto, que al desconocerlo, las energías del caos quieren introducirse y desbaratar lo que ha permitido iluminar. Sin el facilitador, sin el Maestro, estaríamos perdidos. Ir en contra o separarse atacando a uno solo de los Maestros o facilitadores, o a un miembro de la humanidad, es ir también contra la Jerarquía Espiritual de Shamballa, porque todos son uno. Esto se puede hacer, no hay ninguna prohibición, pero ya se sabe el horrible final de ese camino. La rebeldía siempre es mala consejera, y la rebeldía espiritual, peor todavía. A la rebeldía espiritual la trajeron a la tierra los rezagados de otro planeta, que en un momento fueron adoptados por las madres de la tierra. Todavía esa influencia no se ha disuelto y por eso hay rebeldes espirituales, que viven protestando por todo lo bello y bueno que hacen espiritualmente muchas almas, viendo el mal donde no lo hay, acusando de malos a los que hacen el bien. Son rezagados, que no han liberado las causas negativas que los expulsaron del planeta en que vivían y están inconformes con todo. Por favor, no permitan que la rebeldía espiritual los atrape.


Krishnamurti, que ha sido una de las banderas debajo de las que se han amparado muchos de los que usan las palabras del Señor Gautama “Sean lámparas para ustedes mismos” para apoyar disidencias, jamás fue contra ninguno de sus facilitadores o preceptores. A Annie Besant, que fue su gran maestra, siempre la llamó Madre, y conservó su amor, amistad y relación hasta que ésta trascendió de plano. De Koot Hoomi, Gautama y Maitreya, sus grandes maestros, jamás se refirió a ellos ni a sus discípulos en términos despectivos. Krishnamurti fue todo un Señor respetable. Krishnamurti en nada se parecía a ciertos “bandoleros espirituales” improvisados que se respaldan en sus palabras para fomentar ambiciones espirituales personales y separaciones, algo que él nunca apoyó, ya que a cambio decía: “Tú eres la Humanidad”. Si uno es la humanidad, no se puede ir contra ningún miembro de la humanidad.



Una cosa es el amor, respeto y reconocimiento al facilitador, gurú o maestro, y otra es la sumisión, la obediencia ciega. Nadie inteligente, sensato, da obediencia ciega a nadie. Esto a veces lo hacen los ignorantes, y después, cuando apenas tienen un atisbo minúsculo de luz, culpan de habérsele obligado a esto a los demás. “Sean lámparas para ustedes mismos” significa que sea la conciencia la que te guíe en la Enseñanza.

El Señor Gautama tuvo su Maestro, que era Dipánkara, y todos los seguidores de Gautama lo tenían a Él, y todavía esto sigue vigente. No hay un solo Maestro de la Jerarquía Espiritual que no tenga su preceptor o Maestro y que no ponga en práctica esta frase. “Lo cortés no quita lo valiente”. “Ser Lámparas para sí mismos” no es ir en contra del Maestro ni el facilitador, es no depender de él. Pero así como el Amrita, que era usado por los Maestros Ascendidos cuando vivían en la tierra en las primeras razas, fue tomado por las “energías siniestras” y convertido en aguardiente para emborrachar, así esta frase ha tenido en algunos el mismo destino. Personas inescrupulosas, sin conocimiento profundo del verdadero trillar del sendero, las usan para respaldar disidencias, separaciones, falsos enfoques de las enseñanzas y muchas cosas más. Estas personas persiguen el caos. Por los frutos los conoceréis. Vean qué ha hecho el que usa estas palabras del Señor Gautama, si es inteligente, culto, educado, respetable, está en bien con todos, es sabio, tiene sabios discípulos, créanle a esa persona como ha puesto en práctica las palabras “sean lámparas para ustedes mismos”. Pero si esa persona es un improvisado espiritual, no sostiene grupos, es un delincuente, es un desordenado, trata de conquistar siendo complaciente, critica, condena, no tiene luces propias, repite lo que dicen los demás, no le crean, es un chantajista más de tantos que hay por allí. Con esa persona no se va a acabar el mundo, no pasa nada, con no hacerle caso basta.