Una
profecía es la predicción clarividente sobre el futuro, de
algo que puede o no suceder. Las profecías no están ligadas
al cumplimiento de ninguna “Ley del Yo Soy”, Principio
Universal, tampoco a la razón, ni al sentido común, aunque
generalmente se considera de origen divino, pero no es así.
El mundo está regido por Leyes. Si fueran ciertas las
profecías no serían necesarias Leyes ni Principios
Universales, sino profecías.
Una profecía es la contradicción al cumplimiento de las
Leyes Divinas sobre todo la de Mentalismo y “Causa y
Efecto”. Hoy es el efecto de lo que se hizo ayer y hoy es la
causa de lo que sucederá mañana. ¿Qué va a pasar mañana? Las
consecuencias de lo que se hizo hoy y saber eso no es
profecía sino “predicción” por el cálculo del cumplimiento
de los Principios. Tal cual sucede en el “Observatorio
Meteorológico” de cada país, de acuerdo al clima, al sol,
vientos y temperaturas se predicen lluvia, nieve o sol. A
muchas personas les llaman la atención las profecías, porque
la gente en general es propensa a lo mágico. Ha habido
profecías sobre el fin del mundo desde hace mucho tiempo
atrás, y como ven, el mundo sigue adelante, nunca se ha
destruido. De repente se ponen de moda las Profecías Mayas,
en otros tiempos las profecías de la Gran Pirámide, de
Malaquías, Rasputín, Nostradamus, Palarravicini, Juan XXIII
y párese de contar, porque es el cuento de nunca acabar.
Cuando una de esas profecías se dramatizan en películas,
pinturas, o fotos impresionan la mente y los sentimientos de
las personas y producen su cumplimento, pero no por lo
asertivo de la profecía sino por el principio de Mentalismo.
Una italiana predijo una vez un terremoto para Caracas.
Una famosa revista publicó en su portada las Torres del
Silencio, que son un ícono de la ciudad, cayéndose. En pocos
meses los caraqueños vivenciaron el peor terremoto de su
historia, no por lo asertivo de la predicción de la vidente,
sino porque lo mentalizaron, se impresionaron y por
Principio de Mentalismo lo produjeron. En muchas películas
han puesto monstruos, terremotos y maremotos acabando con
New York. Tanto ha sido mentalizado esto, que un día volaron
las Torres Gemelas y el espectáculo fue tal cual las
películas. ¿Cuándo la humanidad va terminar de aprender
estos Principios para que no produzca más desastres?
Tengamos en cuenta que el calendario y el tiempo es una
cuenta sistematizada creada por el ser humano para la
organización de sus actividades y es ilusión, solo cuenta
para la tierra, y no para el espacio sideral, ya que se basa
en las revoluciones que da la tierra alrededor del sol. La
forma de medir el tiempo, y la cuenta de los días, semanas,
meses y años ha cambiado muchísimo a través de la historia.
Antiguamente estaba basado en los ciclos lunares, en la
actualidad, en el ciclo que describe la tierra alrededor del
sol. Así que cuando una predicción, sobre todo si es
antigua, como puede ser de la Gran Pirámide o Maya, predice
una fecha “valla usted a saber” a cual fecha se refiere,
según qué calendario y de dónde. Los calendarios han
cambiado, adelantado y atrasado “a piacere” de Césares
romanos, gobernantes “de aquí, y de allá”, incluso de
algunos papas. Es tal el enjambre de fechas y cálculos con
cada uno de estos cambios, que es imposible saber a qué
fecha de acuerdo a qué calendario o la corrección de qué
papa o césar se refiere una profecía.
Los seguidores de profecías siempre tienen una razón
para decir que las fechas predichas son las exactas. Pero
pasa algo curioso, cuando ha llegado el día del cumplimiento
de las fechas de muchas profecías, como no se efectúan, hay
un silencio ensordecedor con respecto a ello, hasta que
después de un tiempo surge otra profecía, vuelve a pasar lo
mismo y así van pasando los siglos, sin que nunca exista una
destrucción.
En el año 999 de nuestra era, todo el mundo creyó en
las profecías que el 31 de diciembre era el fin del mundo y
esos días fueron un desastre, muchas personas vendieron
todas sus cosas, la gente corrió a las iglesias
desesperadas, y muchos se suicidaron. Sin ir muy lejos, para
muestra solo hace falta saber lo que paso cuando entró el
año 2000, que según un calendario faltaban seis años para
que esto sucediera y según otros ya había entrado hace años.
¿Quién entiende? También para esa fecha se profetizaron
desastres y ninguno pasó, ni siquiera el que las
computadoras del mundo entero se borrarían y quedarían en
cero.
Mentes muy hábiles utilizan la táctica de la profecía con
el fin de conseguir fieles, manipular a las personas, vender
libros, y muchas cosas mas, que solo los incautos caen, por
desconocedores de los “Principios Universales” e ignorantes
de la historia, ya que esto se ha repetido muchas veces sin
que suceda nada.
En la actualidad existen aproximadamente unos cuarenta
calendarios diferentes que cada uno de ellos los sigue mucha
gente, que no tienen nada que ver unos con otros. ¿Quién
aclara, qué vaticinio, en qué calendario de los cuarentas
que hay, se va a cumplir el presagio? De eso no se ocupa
nadie. Además, las profecías ninguna aclaran estas cosas. Y
total ¿para qué? Si la gente se porta bien, por “Principio
de Causa y Efecto”, le irá bien y si se porta mal, se le
devolverá todo su mal, diga lo que diga cualquier profecía.
Por todas estas cosas los Maestros Ascendidos, me refiero a
los de verdad, no a los que determinados médiums les
atribuyen mensajes y sandeces de todo tipo, no predicen
nunca nada. Ellos son científicos, astrónomos, matemáticos,
gente culta, sabedores a ciencia cierta de las causas de las
cosas, tanto a nivel material, como oculta. Los Maestros
Ascendidos ni se llevan por predicciones ni las hacen. Ellos
solo enseñan las Leyes, que uno se porte bien para que nos
valla bien. Y nosotros como gente inteligente, igualmente no
nos detenemos en ninguna predicción, seguimos adelante
estudiando las “Leyes del Universo”. |